The Definitive Guide to pensamientos negativos
The Definitive Guide to pensamientos negativos
Blog Article
A pesar de que no tenemos la certeza de saber en qué piensan los demás, puesto que no podemos leer la mente de otras personas, este tipo de pensamiento puede llegar a tener mucho poder sobre nosotros. Algunos ejemplos:
Ponerlo en palabras. Como si fueras un observador escribir el pensamiento diciendo, por ejemplo, “estoy teniendo el pensamiento de que soy un fracaso” o “estoy teniendo el pensamiento de que todos me van a rechazar”.
Nuevo pensamiento: Me respeto y me quiero lo suficiente como para dejar ir la ira y vivir en paz. Soy capaz de disipar mi ira y canalizarla de un modo más productivo
Los factores internos también influyen significativamente en el pensamiento negativo. Estos incluyen:
Los pensamientos negativos suelen ser producto del razonamiento que la persona le ha dado a una situación desagradable.
“Había cocaína por todas partes”: revelan el oscuro contexto en el que se rodó un clásico infantil de los eighty
Es essential aprender a reconocerlas para comenzar a desarticularlas, como si se tirara de un hilo para deshacer un nudo interno.
Al reconocer estos factores personales, website puedes trabajar activamente para cambiarlos y fomentar una mentalidad más saludable.
Nuestro juicio se deteriora porque estamos tomando decisiones desde una perspectiva de carencia. Nuestros pensamientos se traducen en malas elecciones, poca confianza e inercia, lo que nos impide hacer lo que necesitamos para ganar más dinero.
En resumen, el pensamiento negativo no solo afecta cómo ves el mundo; impacta directamente tu calidad de vida. ¿Te has dado cuenta de cómo esos pensamientos pueden moldear tus experiencias diarias?
Por ejemplo: Un niño que ha sufrido bullying en el colegio, puede llegar a creer que todas las personas a su alrededor de alguna u otra forma quieren hacerle daño.
Patrones de pensamiento aprendidos: Las creencias limitantes adquiridas durante la infancia afectan tu capacidad para ver lo positivo.
Siente que su vida se ha acabado y que nada bueno le va a pasar en el futuro. Muchas personas, cuando se enteran de un diagnóstico incurable o si se encuentran postradas en cama durante algún tiempo o viven con dolor durante varios años, empiezan a ver el mundo con colores oscuros.
A medida que reforzamos mentalmente estos pensamientos, empezamos a sentirnos viejos, a actuar como viejos y a ser percibidos como demasiado viejos por la gente que nos rodea.